Don “Casquito”: el herrero todo terreno que no se detiene
Hace más de 40 años que Omar Casco o “Casquito”, como lo conocen todos, se dedica al arte de la herrería en la ciudad. Sus trabajos impecables, sus excelentes terminaciones y su compromiso por el trabajo lo llevaron a ser reconocido en San Francisco y la región, y aún hoy ya jubilado, le llueven las ofertas laborales.
Nacido en Santa Clara de Saguier en 1946, llegó con su familia a San Francisco y ni bien desembarcaron se fueron a trabajar a la zona rural, donde aprendió los más diversos oficios.
Don “Casquito” es como lo definiría Eduardo Galeano, “un todero” y él mismo lo reconoce: “Hice de todo, con solo sexto grado fui técnico en quesos, trabajé en mantenimiento en los molinos de Boero, hice carpintería, era antenista y herrero”.
Fue un ingeniero húngaro el que le enseño a trabajar en herrería metálica. “El hombre era ingeniero y había llegado a la ciudad para hacer la remodelación del molino, yo le alcanzaba las herramientas y miraba. Hasta que un día me dijo ‘yo me voy, ¿querés quédate en mi lugar? Pero no sé hacer nada, le contesté. ‘Ahora yo te alcanzo las herramientas y vos trabajás’. Y así aprendí un montón de cosas”, recuerda.