Mabel Righi: "La cultura ha crecido en forma exponencial en estos últimos años"

La artista y directora del Museo de la Ciudad en San Francisco detalló cuál es el trabajo de esta institución y el rol que ocupan las nuevas generaciones en la escena cultural local.

Programas - Yo Digo 15/05/2019

En los últimos años en San Francisco se fueron abriendo nuevos escenarios dedicados a la cultura, como el Centro Urbano de Expresión Moderna (CUEM) o el Centro Cultural San Francisco (CCSF). La cultura ha ido creciendo y también las expresiones artísticas, que se apropiaron no sólo de los espacios culturales, sino también del ámbito urbano. 

En una charla con Yo Digo, el programa que conduce Melina Barbero en El Periódico TV, la artista y artesana Mabel Righi dio su parecer acerca del nivel cultural de la ciudad. Righi, quien preside además el Museo de la Ciudad desde 2008, opinó sobre la incorporación de nuevos espacios para la cultura y dio su mirada sobre la incursión, cada vez mayor, de la juventud en ese ámbito.

¿A qué nivel está la cultura en San Francisco?
A mí me parece que la cultura ha crecido en forma exponencial en estos últimos años porque antes era más exclusiva. Se ha llevado a un plano con esta nueva administración de llegar al pueblo, a la comunidad. Eso me ha pasado precisamente con el Museo, pero me parece fantástico el nuevo Centro Cultural que realmente pone en valor un antiguo edificio, como también lo fue en el Museo de la Ciudad, y dedicarlo a la cultura. Cuando se creó el CUEM también estaba dedicado a otro target, de gente más joven, con un gran movimiento. Y ni hablar de lo que va a ser la famosa Tecnoteca. Recuerdo gratamente que justamente en el Museo de la Ciudad, aprovechando que tenemos como 300 m2, los arquitectos fueron los que a través de la Secretaría de Infraestructura armaron la presentación de todos los proyectos cuando hubo el concurso y fue montada ahí, en el Museo, con el proyecto ganador que ahora estamos visualizando y a poquito tiempo de ser inaugurado.

¿Cómo funciona hoy el Museo de la Ciudad?
Antiguamente era un mercado. He recorrido algunos puntos de Córdoba donde he ido a exposiciones en mercados que se transformaron en espacios dedicados a la cultura. No sólo la cultura significa que va a estar la pintura y la escultura como era tradicionalmente, eso ya fue, digamos que pereció. Está la fotografía, los medios audiovisuales. En el caso especial del Museo de la Ciudad, como es tan grande y tenemos un auditorio, llegó un momento que eran tantos los pedidos que faltaban espacios, pasó a tener conferencias, seminarios. Y aparte de todas sus muestras plásticas que se dan a lo largo de todo el año, ahí también se dictan talleres. Fundamentalmente a principios de año son los talleres de fotografía y serigrafía. Luego hay pintura para adultos mayores. Bonsái, que se viene repitiendo todos los sábados con un cupo de más de 100 alumnos. Además mosaiquismo en este momento. Es un espacio de múltiples actividades.

¿Cómo se arma la programación cultural del año?
El Museo de la Ciudad ha crecido en el sentido de que se ha vuelto un espacio cultural de importancia. El mismo pueblo, la gente de la calle, ha venido a instalar propuestas. Nosotros a principios de año ya tenemos pedidos de turnos del año anterior. En este momento, hasta diciembre están completas las instalaciones y ya estoy programando para el próximo año. Lamentablemente, si bien el espacio físico es grande, porque el Museo se puede dividir con sus paneles móviles en tres o cuatro espacios, hasta diciembre esta completísimo. De esa forma cuando llega noviembre y diciembre, ya tenemos una programación establecida para los primeros meses del próximo año.

¿Siente que se ha diversificado la cultura a lo largo de los años?
Sí, y veo también que los artistas ponen énfasis en que sus muestras sean día a día de mayor calidad. Por ejemplo están las clásicas que hacen todos los años los integrantes de Artistas Plásticos Agrupados; las de fotografía; hay talleres de un nivel impresionante, que enseñan a sus alumnos, y los talleres propios que también llegan a exponer.

¿Cómo ha ido cambiando el rol de la juventud en la cultura local?
Ellos la llenaron de vida, de espontaneidad. Los jóvenes tienen ideas locas que no son tan locas a la hora de hacer la puesta en escena. Realmente uno comparte esa felicidad, porque no es tan sencillo montar una muestra. Ellos mismos vienen con sus propuestas y, cuando se encuentran con el espacio, a veces tienen ideas cambiantes. Pero el producto final es muy positivo. Y para nosotros poder darles a esos artistas, que muchos son artistas callejeros que no habían tenido en su momento ese espacio, para los que estamos a cargo es una inmensa satisfacción que ellos se puedan expresar. Aquí tenemos artistas que se apropian de los espacios. Estos artistas que tienen murales en las calles, y que son varios e importantes, han expuesto en muestras individuales. Y también hubo proyectos desde el punto de vista municipal de ceramistas, entre los que me incluyo, donde se hizo, por ejemplo, en el ingreso de Córdoba a San Francisco, una serie de placas de las que participaron ceramistas de todo el país. O por ejemplo en algunos espacios se ve frente a antiguas fábricas ese proyecto de las primeras fábricas que tuvo San Francisco. Entonces ahí también participaron ceramistas con la historia de esas fábricas. Y quedó inconcluso ese proyecto, porque también se pensaba completar con los antiguos comercios, los pioneros de nuestra ciudad.

¿Cómo nació la biblioteca dentro del Museo de la Ciudad?
La biblioteca es importante en sí por la calidad y el contenido. Eso surgió de casualidad. Un sábado me llamó la familia Visconti, ya fallecidos todos, para decirme que tenían dos cuadros, una pintura y un dibujo, sobre Miguel Visconti que fue comisionado municipal de San Francisco. Y al visitarlos y al recibir gratamente esas dos obras vi que tenían una biblioteca muy importante que era de las hijas de Visconti. Eso fue donado al Museo de la Ciudad y se inauguró con el nombre de las hijas de Visconti. Esa biblioteca es muy visitada, es gratuita y tiene material de consulta. Tenemos un gran contenido de escritores locales porque en nuestro Museo funcionan talleres literarios que a su vez traen sus propios libros y dejan su material en el espacio.

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