José "Chinito" Acevedo: "Soy campeón argentino y no tengo zapatillas"

El campeón argentino de la categoría Ligeros contó su historia, sus comienzos y sus desafíos a lo largo de un camino que no le fue para nada fácil.

Programas - Yo Digo 05/06/2019

El pasado 27 de abril, José “Chinito” Acevedo se consagró campeón argentino de boxeo en la categoría Ligero tras derrotar por nocaut técnico a Javier Clavero en el octavo round del combate realizado en Villa Carlos Paz.

Acevedo consiguió el cinturón tras una larga lucha que aún no termina porque queda mucho por delante, pero que siempre fue cuesta arriba. Con muchas dificultades, asegura que nunca dejó de confiar en sí mismo, en su entrenador Juan Carlos Aguirre, y aprovechó las oportunidades para hoy ser uno de los referentes en el boxeo local, halagado por todo aquel que lo haya visto en el ring.

Sincero y auténtico, un pibe de barrio que no baja los brazos. Acevedo dialogó con El Periódico TV y contó su historia. “Me la rebuscaba como podía, hacía changas, vendía comida, medias, muchas cosas para rebuscármela, tengo una nena y no se puede vivir del boxeo. Soy campeón argentino y no tengo zapatillas para ponerme”, comentó.

¿Cómo te interesás en el boxeo?

Tengo 23 años, empecé a los 12, vivía cerca de Setil y siempre iba a jugar al futbol, el gimnasio de boxeo estaba cerrado, escuchaba el ruido pero no veía mucho. Por ahí en la calle cuando sos chico uno busca defenderse y empecé así, me llevaron. Empecé la escuela y al mismo tiempo en boxeo, enseguida me gustó, entrenábamos en la academia de Amílcar Brusa y en una semana ya me había aprendido todos los movimientos. Los hacía en casa, en la ducha, me encantaba, salía de la escuela y me iba corriendo para llegar a mi casa e ir al club. Al mes y medio Roberto Gutiérrez, que andaba bien y empecé a guantear con él, me enseñó mucho: cómo caminar, a tirar golpes, como pararme arriba del ring.

¿Cuándo decidís dedicarte exclusivamente al boxeo?

En mi séptima pelea, fui desgastado por los kilos, arriesgué mucho la categoría, tenía que bajar 7 kilos y llegué sin fuerzas. Arranqué perdiendo pero me motivó mi entrenador y la di vuelta, la gané pero me la dieron empate. Ahí me plantee qué iba a hacer, descansé el lunes y empecé a entrenar de nuevo, le di para adelante pero se me empezaron a caer peleas, quedábamos que peleábamos y 15 días antes se bajaban.

¿Cómo se dio la pelea por el título latino?

Después en los primeros días de enero nos fuimos a Rafaela y salió el título Latino. Estábamos con muchas dudas, yo tenía 7 peleas y el otro 21, encima zurdo. Buscamos un zurdo para entrenar, encontramos un derecho que lo hicimos zurdo, tuvimos 15 días. Le gané el 1, el 2, el 4, tiraron la toalla y lo gané.

¿Qué fue lo que más te quedó de tu entrenador?

Me enseñó a tener presencia en el ring, yo siempre iba y agachaba la cabeza, pero me enseñó que hay que tener personalidad ahí arriba, tenés que ser el mejor, siempre vos, salís de otra forma al ring.

¿Cómo es tu día de entrenamiento?

Entreno tres veces al día, a la mañana me levanto antes de las 9, corro y hago todo lo físico con trabajos de potencia, velocidad, piernas, y a la tarde, depende del horario, hago guanteo. Siempre tenemos que buscar lugar porque no tengo un gimnasio para entrenar boxeo, tenemos que encontrar de Isaac Casco o Roberto Gutiérrez, unos pibes me ayudan, no tengo muchos sparrings. Ahora vamos afuera a entrenar en Santa Fe, allá hay más para guantear, en el gimnasio de Colón, tenés todo ahí.

Siempre luchaste contra la corriente, desde los inicios…

No fue fácil, fue muy difícil, eso sí fue sacrificio, mi familia es trabajadora y tengo que poner yo la plata, tengo una hija. Siempre fue complicado, nunca nadie se acercó para darnos un lugar en el Gimnasio, elementos, zapatillas, entrenábamos en el garaje de mi casa, no teníamos nada. Para cada pelea siempre se hacía larga la espera porque no sabíamos que hacer. He trabajado de albañil desde chico, en una fábrica, es difícil trabajar y entrenar, después de profesional seguí trabajando hasta que me echaron y le empecé a dedicar más tiempo a esto. Hemos viajado en moto a Santa Fe par entrenar, tengo una 125, se nos pinchó la goma, se nos salió la cadena, nos quedamos sin nafta, siempre nos pasó de todo.

¿Qué consejo le darías a quién se inicia en este deporte?

La verdad que cuando uno tiene todos los recursos no sé, porque nunca los tuve, pero al no tenerlos nunca hay que perder la esperanza, yo nunca las perdí. Tuvimos un 2018 muy malo con pocas peleas y hoy yo vivo de las peleas. Tengo que pensar en mí, en mi hija, en mi vieja, tengo que pagar un alquiler, la luz, es muy difícil. Creo que al que empieza se le complica. Pero no hay que meter excusa para entrenar, nunca pierdan la esperanza y la fe en uno mismo: entrenen, tengan disciplina, corten los vicios, las noches, las malas juntas.

Disciplina y entrenamiento

Acevedo contó también que es casi un obsesivo del entrenamiento. “Mi nutricionista, José Montes de Oca, siempre me dice que descanse pero me gusta entrenar, por ahí los domingos tengo que descansar pero entreno igual. Para mí no es un sacrificio, me gusta entrenar”, señaló.

Además incursionó en otros deportes. “Mi profe es Gustavo Bordese, “pichuko”, yo le digo que es el loco de las bicis, me acompañó siempre, cuando hay una maratón voy y me anoto, en la última que se hizo en San Francisco gané en mi categoría de los 21k y en la general salí 13º. Casi hago la Doble San Francisco-Miramar, pero no tenía los recursos, tenía que invertir en algo que era mejor invertirlo en boxeo”, contó “Chinito”.

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