“La vocación de servicio de los jóvenes sigue estando”

Lo asegura el jefe de Bomberos de San Francisco, Hobey Salvático, que lleva más de 30 años en la institución. En El Periódico TV, contó cuándo decidió ser bombero y las virtudes fundamentales que deben tener los voluntarios.

Programas - Mano a Mano 12/11/2019

La charla completa en Mano a Mano, el programa que conduce Gabriel Pecile.

San Francisco cuenta con un cuerpo de bomberos voluntarios que es modelo a nivel nacional e incluso a nivel internacional en su escala de ciudad. Se trata de una tarea imprescindible y que requiere una permanente capacitación de todo el personal voluntario, además de una entrega total hacia la actividad.

¿Pero cómo es ser bombero en el día a día? Con más de 30 años dentro de la institución, el actual jefe del Cuerpo Activo de Bomberos Voluntarios de San Francisco, Hobey Salvático, contó en El Periódico TV cuándo se decidió a ser voluntario y qué hechos lo marcaron a lo largo de su gran trayectoria.

Salvático, considerado un referente en su actividad para muchos otros cuarteles del país, destacó el compromiso de los bomberos más jóvenes, hombres y mujeres, para el crecimiento de la institución; y subrayó tres valores fundamentales de los voluntarios: el sacrificio, el valor y la abnegación.

¿Cuántos años ya en Bomberos?

Más de 30 años. Lo tengo muy en mente, ingresé el año en que Bomberos cumplió 50 años, por un amigo de la infancia que me invitó a ir a la cena, que también me acuerdo que había participado mi padre. Y desde ese momento no salí más de la institución. Fue en el año 87.

¿Qué te motivó? ¿como veías desde afuera a la institución?

Desde niño el reconocimiento al bombero, como ocurre habitualmente, como héroe. En vez de uno ficticio un héroe humano que salva gente. En una primera etapa fue eso lo que me indujo a estar dentro de la institución y después con el pasar de los años y el perdurar tanto considero que es un don de Dios que me da la posibilidad a mí de brindarme a la gente a través de institución.

Debe ser muy especial ser bombero. Es una actividad que demanda un compromiso a veces extremo, y a la vez la satisfacción de convertirse en un servidor público.

Para mí que soy creyente y que creo en Dios, decimos que tenemos una pirámide de valores dónde está Dios primero, segundo nuestra familia, tercero nuestro trabajo y cuarto bomberos. Y esta pirámide muchas veces invierte, porque cuando toca la alarma arma dejamos todos para dar nuestra vida por los bomberos. Cada uno tiene sus motivos, pero yo creo que hay tres virtudes del bombero voluntario que es el sacrificio, el valor y la abnegación. El sacrificio porque muchas horas de nuestras familias las volcamos en bomberos, el sacrificio de salir en cualquier momento del día y dedicarle mucha capacitación, porque somos voluntarios pero nos capacitamos continuamente y somos profesionales. El valor de enfrentarnos a circunstancias que no sabemos cómo van a ser. Subirnos a un camión y enfrentar un siniestro que no sabemos lo que nos puede pasar, pero estamos formados y confiamos en un equipo de trabajo. Y la abnegación de renunciar a nuestros propios deseos y cosas para brindar ese momento a los demás, para salvar vidas y bienes.

Imagino que en estos más de 30 años de servicio has tenido momentos que te marcaron y que recordás. 

Sí, hay momentos y personas que te marcan la carrera. La amistad dentro del cuartel es una amistad que no se olvida. La persona que me llevó a mí por distintas circunstancias de vida ya hace muchos años que no está en la ciudad pero es una persona que semanalmente nos hablamos. Y los momentos más dramáticos son los que te dejan una huella. Y lo que más te marca son siempre las muertes de criaturas. Eso sí deja una huella que no se olvida nunca, es como si la viviera continuamente cuando uno va a su a su caja de recuerdos y viene esa imagen y esos dolores que te producen la muerte de una criatura.

Son impactos en lo humano y en lo emocional. ¿Se prepara el bombero también para eso? 

Se va haciendo a medida que está en la institución, por eso no todos los bomberos van a todo tipo siniestros. De acuerdo a la magnitud del siniestro elegimos a la gente que va a ir. La provincia de Córdoba tiene un Departamento de Psicología que trabaja también lo post traumático y que hace un tiempo empezó a trabajar en la persona humana. En estos días salió una imagen del casco del futuro para los bomberos y se habla de mucha tecnología, pero nunca se evalúa el bombero como persona humana. No nos preparan para eso y son muy pocas las herramientas que tenemos. Entonces eso es a lo que estamos apuntando para que sea el sostén, de poder convivir con esta actividad que por momentos dejamos todo de lado para dedicarnos a los bomberos.

Además en este caso es voluntario el trabajo, lo que cobra otra significación. Ustedes aparte tienen su trabajo, y deben dedicar gran parte de ese tiempo restante y muchas veces quitarle tiempo a la familia para algo que es completamente voluntario.

Hace muchos años que estoy en la institución y valoro mucho la juventud. Hablan de que piensan en otra cosa o que viven el día a día, sin embargo la vocación de servicio de los jóvenes sigue estando, es cuestión de que ellos se puedan acercar la institución, abrirles las puertas y acompañarlos en su capacitación. Hay gente que va a trabajar al Hogar de Ancianos, a los geriátricos, pero lo nuestro es una actividad distinta, que no podemos programar. Cuando toca la alarma toca en cualquier horario y en cualquier momento. Si estás en una cena familiar o en algún cumpleaños te va a sonar la alarma, parece mentira. Un domingo al mediodía, que vos querés comer en familia, siempre ocurre algo y siempre te llaman. Eso es lo que da el sabor al voluntariado, la vocación del servicio.

Una decisión que indudablemente involucra a la familia, que acompaña y que entiende esa prioridad. Interrumpir una reunión familiar o un momento que no se va a repetir, pero el llamado de bomberos hay que atenderlo. 

Tal cual, si no tuviéramos el acompañamiento de la familia dos opciones no quedan: o no somos bomberos o somos bomberos y no tenemos familia, porque también suceden estas cosas. Hay familias que lo entienden, que te acompañan, y son bomberos que perduran en la institución. También influyen muchas cosas para poder continuar, las horas de trabajo que uno le dedica hace que te quite tiempo no sólo en lo familiar sino también a veces en lo laboral. Nos pasó con los incendios en Brasil, no sólo teníamos que tener compromiso de nuestras familias sino el compromiso de tu empresa que te dé los días para que puedas acudir a un siniestro. Es un conjunto de cosas que nosotros necesitamos para poder cumplir nuestra misión.

Hablabas antes de esos jóvenes se interesan en este tiempo que parece tan volátil y que todos los años se acercan a la institución para empezar a instruirse. ¿Cómo es ese proceso? 

Teníamos una cantidad de gente para cumplir la función de bomberos voluntarios en la parte operativa, está cubierto. Lo que sí, tenemos mucha demanda social como institución, tenemos visita de colegios, tenemos que salir a dar charlas, hacemos el relevamiento de edificios, de colegios, para que en el momento que suena la alarma y tengamos que actuar sepamos dónde estacionar nuestro camión o cortar la luz. Esa actividad es desarrollada por todo el Cuerpo Activo. Volviendo al tema de los jóvenes, es un desafío importante estar con ellos. Tienen la cabeza más abierta que nosotros, ellos nacieron en este mundo digitalizado y seguramente todo lo nuevo ya lo están viendo. Aparte la diversidad de gente que tenemos. Somos distintos en nuestra religión, en nuestros pensamientos políticos, en nuestros partidos o equipos de fútbol. Y eso es lo que te hace fuerte como institución, tener muchas ideas. Cuando tenemos que llevar adelante algún proyecto surge más fuerte porque a veces ideas alocadas que no se pueden concretar generan otras ideas que hacen que nuestro proyecto sea muy fuerte, y esto viene de la mano de los jóvenes y también de las mujeres, que se sumaron hace poquito tiempo. Eso le ha dado un cambio a nuestro pensamiento.

¿Ha cambiado la cantidad de siniestros que atiende San Francisco a partir de la creación del Cuerpo de Bomberos en Frontera?

Teníamos en los últimos casi 10 años un promedio de 700 salidas y en este momento estamos en las 550, aproximadamente. Tenemos contacto permanente con la gente de Frontera. Javier, su jefe, nos decía que ellos ya están en 200 salidas o más en este año. O sea que la cantidad de siniestros en la zona se mantiene y creo que ha aumentado este año en relación al anterior. Sí bajó la atención que nosotros disponíamos del siniestro por esto de tener los bomberos en Frontera. Cuando siniestros que pueden atender acuden directamente ellos. Si es de mayor magnitud y necesitan colaboración, colaboramos con ellos. Nuestro límite es el camino interprovincial a partir de que ellos se formaron, y ahora todo el rulo de la autovía lo cubrimos nosotros, incluyendo Josefina también, siempre y cuando sea un siniestro de magnitud que necesita de participación nuestra.

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